14 oct 2010

Colativí, que te vi !!

Desde que estuve por las Hurdes este verano vengo pensando: esto mola mucho, yo tengo que volver por aquí con la bici. Desde entonces he estado pensando y programando lo que voy a hacer, que viene a ser algo así:


El desnivel acumulado es de unos 3200m en cuatro días (cada color es un día). El coeficiente de dificultad es un útil parámetro que sirve para hacerse una idea de lo dura que es la ruta y tiene en cuenta tanto la pendiente del recorrido como su distancia. Es algo así como “los kilómetros que tendría una ruta de igual dureza pero totalmente llana” (para más detalles ver www.altimetrias.com)

Bueno, pues se acerca el puente del Pilar y sería perfecto para este viaje si no fuese por las predicciones de lluvia. Si llueve no me voy, no me merece la pena hacer un viaje tan largo si luego no puedo salir con la bici. Así es que toda la semana anterior estoy pendiente del tiempo y deshojando la margarita: me voy, no me voy, me voy, no me voy… Hasta que el jueves arranco la última hoja de la margarita que resulta ser la de “no me voy”. Que rabia!! No solo no me voy de viaje si no que además, como me quedo, me tocará ir a currar el lunes. Que asco!! Dejaremos las Hurdes para otra ocasión.

Total, que me quedo yo dándole vueltas al tema y pienso: ¿y si en vez de irme tan lejos busco algo más cercano? Podría salir el lunes por la tarde y volver el martes. Es más corto, pero tendría mi premio de consolación. ¿Y donde me voy, si va a llover por todas partes? Pues vamos por partes, lo primero es mirar el sitio más cercano donde no llueva el martes. Alicante: lluvia, Murcia: lluvia, Valencia: lluvia, Albacete: lluvia, Almería: no lluvia, bingo!!. Segundo, ¿qué ruta hago? Eso es fácil, me voy volando a www.altimetrias.com. Maravillosa web de rutas en bicicleta con perfiles, descripciones, mapas, etc, etc. Encuentro esta que es perfecta. Además, el tiempo dice que el lunes lloverá en la zona, pero el martes no. Claro, estamos en el desierto de Almería. Es el único punto de España donde no va a llover, en el desierto. La web reza así:


Distancia: 19,1 km Desnivel: 928 m % Medio: 4,86 % Altitud: 1387 m Coeficiente: 172

Datos obtenidos y facilitados por Álvaro Aznar y José Mª Hernández "pepilloga"

Localización: Desde la N-340-a, a 7 km del cruce de Tabernas, en dirección este, indica, a mano derecha, Turrillas a 9 km. Aquí comienza la altigrafía.

Especificaciones: Carretera en buen estado con anchura de 6 m y señalización horizontal hasta el PK 7,800. A partir de aquí hasta Turrillas la carretera mantiene la anchura pero pierde la señalización horizontal y a partir de Turrillas la anchura pasa a 3-4 m de ancho. La carretera carece prácticamente de arbolado en toda ella. Tráfico escaso hasta Turrillas y casi inexistente a partir de ahí.

Fuentes: A la entrada del pueblo de Turrillas, en un mirador a mano derecha.

Descripción: Al pasar por tierras del Desierto de Tabernas reconoceremos muy pronto a nuestra derecha las laderas septentrionales de la Sierra Alhamilla, húmedas y frescas, y que resaltan en el horizonte por sus importantes manchas de encinar relicto. No tienen cumbres tan altas como las de su vecina Sierra de los Filabres pero enseguida atraerán nuestra atención las antenas y el radar que se adivinan en el Pico Colativí con sus 1387 m de altitud. Al abandonar la N-340 iremos cogiendo ritmo paulatinamente en un primer tramo de 5 km de falso llano aunque enseguida la pendiente se va a situar por encima del 5% con diversas herraduras hasta alcanzar el pequeño pueblo de Turrillas, mirador excepcional del Campo de Tabernas, desde sus casas blancas y su ermita de San Antonio, memoria viva de luchas entre moros y cristianos y víctima de la despoblación posterior de su población morisca: tragedias de la Historia. A la salida del pueblo, cogemos una carretera muy estrecha que bordea el peñón de Turrillas con un desfiladero a la derecha. La dureza de la ascensión llega aquí a su máxima expresión con algún kilómetro por encima del 9%, si bien la subida es irregular, apareciendo falsos llanos cortos y rampas hasta del 14% aunque, menos mal, también cortas. Empezamos a descubrir en lo alto el radar del Colativí presidiendo el cordal de la cumbre y abandonamos el desfiladero para entrar en una zona más llana. Ahora nos hallamos en el tramo que va siguiendo el cordal en dirección al cruce hacia el Pico y además de apreciar algún ejemplar de encinar relicto quizás tengamos ocasión de admirar el vuelo del águila perdicera, auténtica señora de estos parajes. Todavía encontraremos alguna rampa que molesta nuestro ensimismamiento con el entorno y al llegar al cruce definitivo hacia el radar una rampa del 13% parece querer evitar nuestra invasión del entorno espectacular del Colativí. No vamos a dejarnos vencer a estas alturas por estas menudencias y continuando en nuestro esfuerzo -ya es el último- alcanzaremos primero las antenas y finalmente el radar del Pico Colativí. Y desde ahí la gloria: al Noroeste, a lo lejos, la Sierra Nevada y frente a nosotros la Sierra de los Filabres con el Calar Alto y la Tetica dominando el Campo de Tabernas y, hacia el Sur, una vista totalmente diferente, el Mediterráneo, desde la Bahía de Almería hasta los promontorios del Cabo de Gata. Inolvidable.

Mapa situación:


La mayoría de los mapas están obtenidos del MAPA DE CARRETERAS editado por el Ministerio de Fomento o de Google Maps

Dicho y hecho, me voy a por el Colativí. Después de comer, llamo por teléfono para reservar hotel en Tabernas, preparo la maleta y me voy, que tengo tres horas de coche hasta allí. Llego por la noche y el pueblo me parece feo y descuidado, nada acogedor. Tengo cierta dificultad para encontrar el hotel y las callejuelas estrechas e impracticables para el coche tampoco ayudan. Me alojo en el hostal El Puente, que está bastante bien y es barato. El bar del hostal también es interesante, por 7€ ceno de tapeo la mar de bien. Antes de acostarme salgo a dar una vuelta por el pueblo bajo la lluvia. Que mala suerte, que me llueve en el desierto!! El aguacero acaba pronto y el paseo por las calles estrechas y empinadas del barrio alto no me parece tan feo. Mi opinión del pueblo cambia, ya no me parece tan feo como al principio, pero tampoco me atrevería a decir que es bonito.

Por la mañana me dirijo en coche al punto de inicio de la ruta. Hay un restaurante y dejo el coche en su aparcamiento. Hace fresco (13ºC) y no voy muy abrigado. Ya desde el principio se divisa el objetivo en lo alto de la Sierra Alhamilla: los radares de su cima situados a 1387m sobre el nivel del mar y a 928m sobre mi cabeza.


El terreno se ve árido y, sin embargo, es una de las zonas más verdes de los alrededores, ya que se trata de la cara norte de la montaña. El único pueblo por el que pasaré (Turrillas) está colgado a mitad de altura de la sierra.


Tal y como indica la descripción de la ruta, los primeros 5km son un falso llano que se hace rápidamente. Estoy deseando que empiecen las primeras cuestas para entrar un poco en calor. Y ya lo creo que vienen cuestas!! Por una serpenteante carretera se va ganando altura rápidamente.


Hasta llegar a Turrillas, excepcional mirador desde la Sierra Alhamilla hacia el desierto de Tabernas y la Sierra de los Filabres, que es más alta y más pelada que la que hoy nos ocupa.


Al superar Turrillas viene lo más duro de la ascensión, un interminable kilómetro al 9,1% de pendiente media y con pendientes muy sostenidas de hasta el 12%. El esfuerzo vale la pena y me brinda imágenes como esta.


Con la plaza de toros de Turrillas dominando el árido valle y la Sierra de los Filabres al fondo. Allí está Velefique, con su puerto (1820m) de primera categoría de las etapas de montaña de la Vuelta ciclista. También están allí la Tetica de Bacares (2078m) y el Calar Alto (2155m). Todo eso son palabras mayores que dejaremos para otra ocasión.

Lo más duro ya está superado, aunque todavía quedan un par de kilómetros hasta que la pendiente se suavice y se haga más llevadera. Ahora entramos en un corto desfiladero que desemboca en la cuerda de la sierra. Por ella ascenderemos hasta el final, sobre el filo que separa ambas vertientes de la Sierra Alhamilla. A nuestra derecha, la Sierra de los Filabres domina el valle del desierto de Tabernas del que venimos, y a la izquierda, el Mediterráneo lame las costas almerienses. Llegamos a un cruce donde una pista sin asfaltar se precipita hacia Níjar. Nosotros seguimos subiendo por la cuerda, pero a partir de aquí ya con pendiente más suave. Si bien todavía nos esperan rampas de hasta el 17%, son cuestas cortas que se superan sin excesivo sufrimiento.

La parte alta es la más verde de la sierra, con matorral y algunos ejemplares de encinas. Un poco más abajo también hay pinos.


Se pueden observar allá abajo Tabernas y su desierto. Parece mentira que vengamos desde tan abajo.


En la otra vertiente se desdibuja en la lejanía el Mare Nostrum y los promontorios volcánicos del Cabo de Gata.


Por aquí también hay senderos para caminar, aunque la aridez del paisaje no invita mucho a recorrerlos.


Y si miramos al frente, aunque todavía queden rampas por subir, las antenas están cada vez más cerca.


Hasta que por fin llegamos a ellas, con vértice geodésico incluido.


Colativí, Colativí, que yo te vi!! Y ya no te me escapas, porque con mis pedales a tus altas cimas yo subí.


Desde aquí se domina el Mediterráneo. Vemos, a la derecha en la foto, la capital almeriense, y a la izquierda campos y campos de invernaderos.


Después de hacer fotos y disfrutar un poco del paisaje, me abrigo lo mejor que puedo con la escasa ropa que llevo y me dejo caer de vuelta cuesta abajo. Al avanzar la mañana el sol hace que suba la temperatura, pero como he ido ganando altura esto hace que descienda. Total, que los grados que entran por los que salen. Y al bajar a 40-50km/h sin hacer esfuerzos, el aire helado cala en los huesos. Mira que ya me lo sé, que aunque haga calor debo coger ropa de abrigo para la bajada. Pero nada, en el coche se ha quedado. Ya iré entrando en calor cuando pierda altura.

Llego al coche hacia la hora de comer, haciendo ya un calorcete reconstituyente y ohh!! maravilla!!, pero si estoy aparcado en un restaurante!! Guardo la bici en el coche, me cambio de ropa y me adecento un poco. Hasta parezco una persona respetable cuando entro en el restaurante!! La gastronomía local me ofrece un buen plato de gurullos en forma de guiso con carne, patatas, judías verdes, garbanzos y gurullos. ¿Y qué son los gurullos? Pues según el diccionario gastronómico: “Gurullos: Masa a base de harina y agua que se emplea en numerosas recetas de cocina. La forma de elaboración es singular y tradicional en muchas partes de la geografía española, especialmente, en Almería, Murcia. Para hacer los gurullos se hace una masa con harina y agua, de ella se toman pellizcos muy pequeños que se van amasando entre los dedos hasta darles forma de granos de arroz, pero de tamaño mayor. De hecho los gurullos son un sustituto del arroz en algunas recetas”.

Aquí tenéis unos gurullos antes y después de cocinar.


Y con la panza llena de gurullos me subo al coche y a las seis de la tarde ya estoy en casa. Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Y fueron felices y comieron gurullos a los pies del Colativí.

Datos de la ruta:

Ida:

Distancia: 19,96km

Tiempo: 02:02:31

Velocidad: 9,8km/h

Vuelta:

Distancia: 19,18km

Tiempo: 00:40:40

Velocidad: 28,3km/h

Total:

Distancia: 39,14km

Tiempo: 02:43:11

Velocidad: 14,4km/h

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