Hola family, lo prometido es deuda. Así es que aquí teneis el prolijo relato de mi "tour de la province" de Semana Santa. La tardanza se debe al arduo trabajo de escribir casi un libro entero con mis aventuras. Si teneis la santa paciencia de leerlo espero animaros a que os apunteis conmigo a algun otro viajecillo. Saludets y b7s - guille.
Resumen
Número de etapas: seis
Fechas: Del viernes 10/04/2009 al miércoles 15/04/2009
Recorrido: Aigües(A) – Novelda(A) – Pinoso(A) – Villena(A) – Cocentaina(A) – Gandia(V) – Denia(A).
Distancia: 300,24 km
Tiempo de pedaleo: 16:50:18
Velocidad media: 17,8 km/h
Etapa: Primera
Día: Viernes 10/04/2009
Recorrido: Aigües(A) – Bussot(A) – Mutxamel(A) – Sant Vicent del Raspeig(A) – La Canyada del Fenollar(A) – Verdegás(A) – Estación de Agost(A) – Agost(A) – Novelda(A).
Distancia: 52,69 km
Tiempo de pedaleo: 2:41:47
Velocidad media: 19,5 km/h
Inicio mi periplo con un tiempo no demasiado bueno. El cielo está lleno de amenazadoras nubes y hace fresquete, pero afortunadamente no me lloverá encima de la bicicleta. Empiezo con las primeras rampas hacia Bussot.
Todo asfalto hasta el Verdegás, y aquí una pista de tierra me lleva casi hasta la Estación de Agost. Digo casi porque un barranco me separa de la estación. Una estrecha y pedregosa senda cruza el barranco bajo las vías del tren y aquí toca echar pie a tierra.
Afortunadamente tan solo son unos cuatrocientos metros de empujar la bici para retomar el suave asfalto. La serpenteante carretera entre labrados campos y juguetonas perdices me lleva a la alfarera población de Agost, a los pies del Maigmó y rodeada de fábricas en crisis en las que se acumulan los ladrillos sin futuro.
Un suave descenso me conduce a mi destino: la modernista Novelda. Tras comer, alojarme, asearme y descansar un poco voy a visitar la Casa Museo Modernista.
La joven y guapa (entiéndase esta palabra como eufemismo de tía buena) guía turística nos cuenta que antiguamente los suelos eran de madera, pero que durante la guerra los militares se establecieron en la casa y quemaron el parqué para calentarse. El humo ennegreció estos bellos tapices hasta hacerlos desaparecer. La restauración resultó complicada. Posteriormente la casa se usó como escuela. Remei, una chica que viene al monte con nosotros, es de Novelda y dice que ella fue a la escuela en esta singular casa modernista. Sin duda, el modernismo está que te cagas:
Mientras visito la casa, las negras nubes cumplen su amenaza, y una tremenda tromba cae con rayos y truenos. No me queda más remedio que esperar aquí hasta que se calme el cielo mientras la guapa guía turística se afana poniendo cubos bajo las innumerables goteras. El alcantarillado de Novelda es pésimo y las calles se convierten en caudalosos e infranqueables ríos.
La procesión prevista se anula, y los vecinos recogen sus sillas empapadas que estaban dispuestas en todo el recorrido de la malograda procesión. Yo continúo empapándome de modernismo. Ahora en el casino.
En otra ocasión intenté visitarlo, pero un agrio portero me lo impidió con la excusa de que llevaba pantalones cortos. Esta vez estoy preparado y vengo tapado hasta los pies. El mismo portero con cara de perro me deja pasar a regañadientes. Por lo visto es una sociedad privada y no les gusta que entre gente de fuera. Yo entro diciendo que me voy a tomar un café, pero por supuesto no lo hago para no dejarles un duro a esta gente tan estirada. Que se joda el portero y que se haga una paja a ver si se le alivia esa mueca de mal follao!!
Etapa: Segunda
Día: Sábado 11/04/2009
Recorrido: Novelda(A) – La Romana(A) – La Romaneta(A) – Cases del Senyor(A) – Xinorlet(A) – Culebrón(A) – Pinoso(A).
Distancia: 33,10 km
Tiempo de pedaleo: 2:20:15
Velocidad media: 14,2 km/h
El día amanece con nubes más negras que las de ayer y con una rasca de espanto (no sé si quizás exagero, pero 8ºC con viento y pantalón corto creo que merecen este calificativo; pero no importa porque el esfuerzo me quitará rápidamente todo el frío). Para acabar de arreglar la cosa hoy toca todo subida y sopla un viento huracanado.
Con menos viento han naufragado auténticos lobos de mar. Resulta realmente agotador, como atestiguan los 14,2 km/h de media. Pero los hermosos parajes entre montañas y las solitarias carreteras compensan el esfuerzo.
Cases del Senyor es una pequeña, apartada y pintoresca pedanía de Monover. Un rustico acueducto planea sobre una encrucijada de senderos. La primavera salpica la estampa con sus flores amarillas.
No quepo en mi de gozo (esto es casi orgasmatrónico)
Ahora toca coger pista, pero ayer diluvió y la pista estará llena de barro y charcos. Soy un señorito y no me quiero manchar, así es que decido sustituir el tramo Cases del Senyor–Encebras–Pinoso por Cases del Senyor–Xinorlet–Culebrón–Pinoso. Mismo kilometraje pero por limpio asfalto. Un poco más de esfuerzo me lleva al merecido descanso en El Pinos. Pueblo este devoto de la Mare de Deu del Remei, y a la que alzo mis plegarias para que no llueva.
Visito el pueblo sin mucho éxito en mis oraciones (quizás por ser ateo recalcitrante la virgen no me escucha, que discriminación!!). Hermoso con sus empinadas calles, destacan la ermita de Santa Catalina y la torre del reloj. Esta última no es el campanario de ninguna iglesia, sino que se erige como torre aislada de digno y restaurado porte.
También encuentro casas-cueva, que se me antojan más típicas de otros lugares, pero que aquí también las hay. Y casas antiguas cuyo deterioro realza su belleza.
Etapa: Tercera
Día: Domingo 12/04/2009
Recorrido: Pinoso(A) – Yecla(MU) – Villena(A).
Distancia: 52,18 km
Tiempo de pedaleo: 2:46:47
Velocidad media: 18,8 km/h
Y por fin me enfrento a mi primera etapa “internacional”. Si bien la dura realidad me llevará luego por otros derroteros, el ambicioso planteamiento inicial no escatima en kilómetros: con inicio y fin en la provincia de Alicante saldré a Murcia y Albacete. Administrativamente tres provincias y tres comunidades autónomas, todas bajo el yugo del mismo Estado. Y mejor no hablemos de cuántas nacionalidades o hechos diferenciales e históricos visitaré no sea que nos liemos en aburridas disquisiciones. En cualquier caso no cabe ninguna duda de que el abanico de idiosincrasias a visitar es amplio en mi plan de ruta, desde la tierra del pijo-copón y el pico-esquina hasta la de “els fills del nostre Rei i Senyor En Jaume” pasando por la Mancha castellana.
Echo el pie al pedal y avanzo hacia el norte, con la verde sierra de Salinas a mi derecha y otra sierra a mi izquierda cuyo nombre desconozco y que se constituye en una cresta de infranqueables cuchillos. Luchando contra el persistente viento por fin llego al extranjero.
Tomo una carreterucha secundaria y paralela a la principal. El paisaje no puede ser más idílico. El campo está sorprendentemente verde y la absoluta soledad llena de paz y gozo a mi carácter asocial.
Se suceden uno tras otro agradables caseríos en este amplio valle que remonto con suave pendiente.
Mientras lucho denodadamente contra el intenso viento empiezo a pensar que mis ambiciosos planes se truncarán. De momento me centro en resolver los 73km programados para hoy. Esta es la etapa más larga de las programadas. La idea para hoy era: salir de Pinoso hacia el norte y pasar Yecla en dirección a Almansa. Luego girar al este en la A-14 (hasta aquí todo subida) para entrar en la provincia de Albacete y llegados a Caudete girar al sur en busca del destino final, Villena. No me queda duda que tengo que recortar el recorrido, este viento me va a matar de cansancio. Allí donde la carreterucha se vuelve a unir a la vía principal tengo dos opciones. La primera es coger una carretera que va girando suave y progresivamente hacia el este y se dirige directamente a Villena. Esta es la opción que más kilómetros recorta, pero se me antoja que la carretera se adentra demasiado en la sierra de Salinas. Al viento no quiero sumarle cuestas cuya pendiente desconozco, así es que me decanto por la segunda opción, más larga pero seguramente más llana. Esta consiste en continuar hacia el norte hasta Yecla y aquí tomar la carretera que en dirección este va directa a Villena. Así me ahorraré unos 20km de los 73km inicialmente programados y muchos metros de desnivel. La llegada a Yecla es criminal. Desde unos seis u ocho kilómetros antes el paisaje se torna totalmente despejado y el viento campa a sus anchas y en mi contra. A pesar del intenso esfuerzo los kilómetros no avanzan, parece que se han convertido en años luz. En el absoluto llano los pedales están más duros que nunca y avanzo a paso de caracol reumático. El suplicio no tiene fin. Pero por fin llego a Yecla y se obra el milagro. Al cambiar a dirección este el viento sopla a mi favor y la carretera comienza un descenso sin retorno. Todos los elementos cambian de mi contra a mi favor y corro como una bala con un mínimo esfuerzo. Aleluya!! Dios existe!! Cuan grande es mi gozo al retornar al territorio patrio!!
Llego eufórico a Villena y tras las labores cotidianas…
… me dedico al gran placer del buen comer y el buen beber. La Salvadora es el único hotel de Villena y su restaurante es digno de visitar. No puedo hacer otra cosa que dedicarme al deleite de la gastronomía local. Sublime “triguico picao” el de Villena. Después de tanto ejercicio y tanta vida sana no existe mejor placer que ennegrecer mis pulmones con el pestilente humo de un puro.
Pero que gozo, que gozo!!!
Y después de descansar toca hacer la visita turística del lugar. Lo primero que me encuentro es la pasarela que sobrevuela la autovía de Madrid justo a la salida del túnel. Cuantas veces habré pasado por aquí en coche!! Pero nunca lo he visto con esta perspectiva. Es domingo de Semana Santa y la operación retorno se hace evidente en la densidad de tráfico en sentido Madrid. Je, je!! A chuparos horas de atascos para ir a trabajar mañana que yo seguiré disfrutando de mi particular procesión de Semana Santa.
¿Que cosa resulta evidente en Villena? Sí señor, su castillo.
Se encuentra dentro del casco urbano sobre un promontorio pero a los pies de la Sierra de la Villa, esa que atraviesa el túnel de la autovía. Gratamente encuentro indicadores de los senderos que recorren la sierra. Tomo nota para futuras ocasiones. Existen incluso vías ferratas en esta sierra!! Nunca había visitado antes la ciudad y el casco antiguo me sorprende gratamente. A pesar de lo cochambroso de esta imagen, o quizás gracias a eso no me digas que no te transporta al medievo este barrio pegado a las faldas del castillo.
Es enorme y esta conservado en perfecto estado. Merece la pena volver otro día para visitarlo. Varias iglesias y callejuelas completan la visita con la que finalizo el largo día de hoy. Sin saberlo todavía, he llegado al ecuador de mi viaje.
Día: Lunes 13/04/2009
Recorrido: Villena(A) – Biar(A) – El Salse(Beneixama,A) – Banyeres de Mariola(A) – Bocairent(V) – Alfafara(A) – Agres(A) – Muro d’Alcoi(A) – Cocentaina(A).
Distancia: 55,90 km
Tiempo de pedaleo: 2:49:39
Velocidad media: 19,8 km/h
Hoy el día amanece fresco como de costumbre, pero el tiempo ha cambiado. Va a hacer un día estupendo y el viento, por fin, se calmará. Lo mejor de todo es que en mi destino me esperarán mi chica y mis padres para comer. Vienen a hacerme la visita y luego Virginia se quedará a dormir en el hotel de Cocentaina. ¿Qué más se puede pedir? Aunque el cansancio ya ha hecho estragos irreparables en mi estado físico, parece que las cosas están cambiando a mejor. Todavía no sé como acabaré el viaje, pero la mejoría del tiempo y la interrupción de mi soledad me animan enormemente.
Buena parte del recorrido de hoy discurre por la vía verde del Xixarra, alejándome de los peligrosos coches. El silencio y la tranquilidad son valores añadidos de las vías verdes. Si le sumamos la primavera obtenemos imágenes como estas.
Y al llegar a la Venta del Borrego en Banyeres de Mariola, ¿qué me encuentro? ¿Un borrego? No, un helicóptero.
¿Por qué? No me lo preguntes, no tengo ni idea. ¿Tendrá algo que ver la primavera en esto también? El caso es que entro en la provincia de Valencia en dirección a Bocairent y avanzo cuesta arriba a toda pastilla. ¿Acaso soy Indurain? No, simplemente es que el viento ha dejado de soplar. Así da gusto
Moro de la morería, que bonito es Bocairent!! Que pena que hoy solo esté de paso por aquí y no me pueda parar a visitar tus estrechas y empinadas callejuelas.
Por la vía verde regreso a la provincia de Alicante y desciendo hasta Alfafara. Un buen repecho, que hace mella en mis piernas pero no en mi ánimo, me lleva a la elevada Agres en plena sierra de Mariola.
Para llegar a mi destino solo me queda dejarme caer por la carretera cuesta abajo ¿Qué es eso? ¿Es el castillo de Cocentaina? Sí, ya estoy llegando.
Tras ducharme y comer, no sin demasiada hambre por el cansancio, don Félix y doña Carmen vuelven a Alicante y don yo visito Cocentaina con doña Virginia. Que bien!!
El Palau Comtal, las callejuelas del casco antiguo, la moderna casa de cultura, no sé cuantas plazas e iglesias, verdes y floridos barrancos dentro del mismo casco urbano, … Por cierto, ¿dónde estamos? ¿En Cocentaina o en Concentaina?
Etapa: Quinta
Día: Martes 14/04/2009
Recorrido: Cocentaina(A) – Muro d’Alcoi(A) – Turballos(A) – Gaianes(A) – Beniarres(A) – L’Orxa(A) – Villalonga(V) – Potríes(V) – Beniflà(V) – Beniarjó(V) – Almoines(V) – Gandia(V).
Distancia: 54,21 km
Tiempo de pedaleo: 3:23:55
Velocidad media: 16,0 km/h
Los dos días que tuve de viento entre Novelda y Villena me han dejado para el arrastre. Y los casi doscientos kilómetros a mis espaldas también se hacen notar. Ya tengo claro que el plan inicial de ocho días se va a recortar. Cómo exactamente todavía no lo sé, pero los dos últimos días del plan inicial son mortales y no me pienso enfrentar a ellos. De otras ocasiones ya conozco el Coll de Rates y en mis actuales condiciones físicas no me lo puedo permitir. De verdad que disfruto cada kilómetro que hago, pero mis piernas tienen un límite. Y yo he hecho este viaje para disfrutar, no para sufrir. Hay más días que longanizas y otras ocasiones tendré para recorrer los kilómetros que en este viaje dejaré de hacer. Una cosa sí que tengo clara. La etapa de hoy la haré conforme al plan previsto. ¿Por qué? Pues muy sencillo, hoy es casi todo cuesta abajo y ha salido un día estupendo. Ya no hace ni frío ni viento y el cielo está despejado. Durante el desayuno estudio los mapas y los comento con Virginia. Hoy llegaré a Gandia. En el plan original la siguiente etapa (la sexta) es corta hasta Orba. En la séptima llego a La Nucía por el exigente Coll de Rates y la última y también dura etapa me llevaría de vuelta a mi casa en Aigües. Ya tengo la solución!! El destino de la sexta etapa no será Orba sino Denia. Aquí cogeré el trenet que me llevara de regreso a Campello. De esta forma alargo la sexta etapa y me ahorro las dos últimas.
El pueblo no tiene mucho más de lo que ves. Es una única calle y la mitad sin asfaltar. A veces pista y a veces asfalto avanzo por las faldas del Benicadell entre campos cultivados y paso por Gaianes y Beniarrés. Allí está l’Orxa, a los pies de la Safor.
Por cierto, Virginia conoce a uno que alquila aquí una casita rural. Seguro que nos la dejará a buen precio para pasar unos días. Yo lo dejo caer a ver si alguien se anima. En l’Orxa empieza el tramo senderista de la vía verde del Serpis. Marco incomparable donde los haya. Oh, ello es bello!!!
Parece que no soy el único ciclista por estos sitios. El pedregoso terreno es más propio de caminantes que de bicicletas y esto me hará bajar la media de velocidad a pesar de ir cuesta abajo. La única vía transitable que hay en este barranco es la que recorro. Por aquí encontramos túneles.
Y el Serpis, que lleva bastante agua.
O ambas cosas juntas.
Las caudalosas aguas del amazónico Serpis rugen al saltar por esta presa.
El primer pueblo que encontramos al finalizar la vía verde es Villalonga, ya en la provincia de Valencia. Estamos dentro del área de influencia de Gandía. Es una zona densamente poblada. De aquí a la capital de la Safor pasaré por muchos pueblos en pocos kilómetros. El paisaje cambia a campos de naranjos y la densidad de población se deja notar en el intenso tráfico. Esta zona es muy desagradable para la bici. Ya me sucedió en otra ocasión, cuando fui de Oliva a Valencia. El tramo de Oliva a Gandia fue igual de desagradable que este. Las carreteras son estrechas y hay muchísimos coches. Valencianos tenían que ser!!! En la terra del Tirant lo Blanc jo vaig tirant de la meua amada bicicleta.
Ya va siendo hora de comer, así es que paro en un bar de Potríes. ¿Os suena de algo este otro local de la población?
En Almoines han hecho un parquecito dedicado a la vía verde. Curiosa tontería la que han ideado.
Las casetas representan las paradas del tren que antiguamente bajaba de Alcoi a Gandía, o sea, el mismo recorrido que he hecho yo hoy. Un trenecito da vueltas los domingos. Es todo liliputiense (basta comparar el tamaño de las casetas con el de los bancos y farolas). Y tras cruzar el Serpis por enésima vez entro en Gandía por el carril bici, que tiene puente propio y todo.
Después de descansar, la visitita. Hoy encuentro por primera vez en el viaje una oficina de turismo abierta, que sorpresa! Claro, es que hoy es un día de trabajo normal. Los festivos, que es cuando se hacen las visitas turísticas, las oficinas de turismo están cerradas. El chaval me dice que lo más interesante es el palacio ducal: “vete cagando leches que van a cerrar”. A pesar de que defeco lácteos a toda sagrada forma, el último grupo ya ha entrado y no me dejan pasar. Todavía no son las seis. Aquí tienen horario europeo, del de no pegar ni chapa. Doy un paseo y veo las cosas por fuera. Por ejemplo, la colegiata.
Etapa: Sexta
Día: Miércoles 15/04/2009
Recorrido: Gandia(V) – Oliva(V) – Forna(A) – Atzuvia(A) – Pego(A) – El Verger(A) – Els Poblets(A) – Denia(A).
Distancia: 52,14 km
Tiempo de pedaleo: 2:47:58
Velocidad media: 18,6 km/h
En Oliva me replanteo la etapa. Si continúo directo hasta Denia se me va a hacer aburridamente llano. Aunque estoy ligeramente agotado (este ya es el sexto día dale que te pego), las piernas me piden un poco de vidilla (ayer fue casi todo cuesta abajo). Tendré que buscar algún puertecillo y alargar un poco. Además, si voy directo a Denia no completaré los 52km que me hacen falta hoy para terminar el viaje con la cifra redonda de 300km. ¿Que voy a hacer menos de 300km? No, no, no, esto no puede ser!! ¿Donde va a quedar mi orgullo de machito gallito? Esto hay que arreglarlo como sea. Tira corriendo pa’ Forna que ahí tienes un puertecillo de 200m. Pues eso, decido ir por Forna que es más largo y con más cuesta. Hay alguna rampita de las de sacar los hígados por la boca, pero es corta. Me resulta más fácil de lo que pensaba. Y aquí estamos otra vez en la provincia de Alicante, en Forna y su castillo.
En la plaza del pueblo está el restaurante Nautilus, para venir a comer productos de la tierra y quedarte como un rey. Yo me limito a comerme en la plaza una de las naranjas que he robado antes, por los campos de Oliva. Y visito la curiosa fuente subterránea que tienen en la misma plaza. Unos escalones bajan a una cueva donde está la fuente. Aquí me tenéis ligando con la virgen de la cueva.
Superado Forna entramos en la Vall de Gallinera por la que bajo hasta Pego y aquí cojo el carril bici hasta el Verger. Curiosa señalización, ¿no?
Acercándome a Denia el tiempo cambia y vuelve el viento. ¿Otra vez?, uff! Que agonía. Alguna gotita también cae. Así es que aprieto el culo para llegar lo antes posible. Es ya el último esfuerzo del viaje, aunque todavía estoy lejos de casa. ¿O quizás no?
Llego a Denia.
Ya puedo dar por finalizado mi viaje. Miro el cuentakilómetros y, ¡¡maldición!! Me falta un kilómetro y pico para llegar a los 300km. No, no puedo dar por finalizado el viaje. Me quedaría dando vueltas a la manzana para completar, pero es que el tren está a punto de salir y si lo pierdo tengo que esperar una hora. Pues tendré que ponerme a dar vueltas como un tonto en Campello. Apalanco la bici en el tren de maravilla, vamos ni hecho aposta.
Ya es la hora de comer, así es que saco mi bocadillo y me entretengo en el camino. Empieza a llover y me alegro de haberle dado carpetazo prematuramente a mi viaje. En Benidorm hay que hacer trasbordo. El otro tren no está tan preparadito y tengo que tener la bici de la mano hasta Campello. Allí, bajo la intensa lluvia, me recoge Virginia en un flamante BMW.
Pero mi viaje no ha concluido. Me queda un kilómetro y pico por recorrer. Mientras ella se toma un café en el bar yo me dedico a dar vueltas a la manzana como un tonto bajo la lluvia. ¡Qué santa paciencia tiene esta mujer! Tiene el cielo ganado. Ahora sí, por fin puedo dar por concluido mi viaje.
1 comentario:
ole, ole y ole!!!
que bien, que bonito y que bien contado! nunca hubiera pensado que aquellos secarrales pudieran resultar tan agradables. Yo no creo que te acompañe en próximos viajes en bici, pero eso de la casa rural me ha interesado mucho.
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