foto 1. En una callecita cualquiera de la Medina, precioso laberinto en el que es casi imposible no perderse, menos mal que siempre hay 800 personas dispuestas a dirigirte a la plaza Jemma El-Fna (plaza principal donde se cuece todo) por un módico precio.
foto 3. Sufriendo lo indecible en la terracita del Riad donde nos alojábamos, impresionante oir la llamada a la oración desde todos los minaretes de la ciudad a la vez.
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